Fauna de internet: Attention Whore dramático

Atteion Whore es aquella persona que buscar ser el centro de atención. No le importa que le admiren o le compadezcan, mientras le hagan caso. No es un tipo de persona que haya nacido con el boom de internet, ha estado toda la vida ahí. Para conseguir sus propósitos son capaces de inventarse historias fantásticas, de humillarse contando cosas personales, o intentar dar pena narrando la muerte de un familiar en directo.

Antaño, este grupo habitaba por canales de IRC y foros.  Lo habitual era contar lo mal que lo pasaban en casa, confesar que se era gay, o montar la escenita de «no estoy bien, me marcho del foro» (al que volverían en una semana). No tienen palmeros ni seguidores, pero siempre captan a algún inocente que, por empatía, se siente en la obligación de hacerle sentir mejor. Las tecnologías avanzan y ellos no se quedan atrás. Dejaron atrás los posts en foros, pasaron por blogs y fotologs y han llegado a las redes sociales para rellenarlas de lágrimas. La cantidad de público potencial es infinita, así que tienen mucho trabajo por delante, como grabarse en vídeo contando penas, pidiendo abrazos en Facebook o twitteando que tienen el coxis roto. Todos los detalles de su vida que no le importan a nadie, ahí están, a disposición de todos.

Si piensas trollear a uno, es mejor pensárselo. Posiblemente, en vez de dejarlo en ridículo, contribuyes a que su ansia de protagonismo se vaya llenando.

Fauna de internet: el todólogo

Un todólogo es un ser que convierte mágicamente lo que dice en verdad. Son maestros de la ignorancia que juegan sus cartas a saberlo todo. No importa que esté sujeto por siglos de soporte científico, sea un axioma irrefutable o un hecho inamovible: si él dice que es así, tiene que serlo por narices. Si un todólogo te dice que el malo de la Segunda Guerra Mundial es Stalin, pasa por obra y sentencia de un mago pandimensional a cambiar toda la historia universal, por lo que si miras en un libro de historia, Stalin aparecerá alzando la mano derecha y con un bigotillo cuadrado.

Esta clase de ser tiene blogs, opina en foros, otro tipo de comunidades o redes sociales, llevándose siempre consigo a su manada de fans o palmeros (gente sin personalidad que creen en todo lo que dice el todólogo; creo que esto me suena). Si se te ocurre rebatir alguno de los argumentos expuestos por el todólogo, la cagas por una razón muy sencilla: todo lo que dice es verdad. Es importante recordar esta premisa inicial, y por si no ha quedado clara te echará encima a sus fans para que te arranquen la piel a tiras con sus razonamientos de mierda que ya son un clásico como »él sabrá más que tú» o »no tienes ni idea de lo que hablas».

El lado positivo de estos grupos, es que son fácilmente reconocibles y se les trollea con más sencillez que a un extremista islámico; eso es, básicamente, un porcentaje de la finalidad de ese blog. Sacarle los colores a la gente.

Sean ustedes bienvenidos.