Android como panacea

Toda empresa o producto popular tiene fanboys a patadas. Es fácil encontrarlos por redes sociales, foros y sobretodo blogs. Algunos incluso escriben las entradas que lees diariamente sobre tu hobby favorito. Aunque hay casos muy sangrantes, como el de Applesfera, no vengo a hablaros de los sectarios de la manzana. Hoy toca el hijo de Google, Android. No nos vamos a centrar en sus fanboys, vamos a hablar de cómo escribir una entrada alabando lo guay que es un sistema operativo sin leer nada sobre el tema. En este caso, ha sido publicada en El Androide Libre, donde ya he leido alguna que otra cosa que han hecho que me llevase las manos a la cabeza.

Hace unos días publicaron «Android como base para otros SO«. A priori, parece un texto más anunciando que Android sirve como campo de cultivo de sistemas operativos guays, porque es muy fiable/tiene muchas características/es abierto. Ahora bien, se centran en uno llamado WebOS, el cual ya tiene un port para Galaxy Nexus, otro para Transformer Prime, y alguna que otra cosita más. Comentan que en el Galaxy Nexus han implantado la posibilidad de realizar acciones mediante gestos, algo que «copia» en el tablet de BlackBerry. Y que el proyecto planean cambiar Linux como base por Android (basado en Linux), que quizás con algunas mejoras acabe a la altura del androide. Terminan enseñando un video de un Nexus S ejecutando una aplicación que emula WebOS (sí, emulador, no es un port).

No estaría del todo mal haber echado un ojo a la Wikipedia. Para empezar, WebOS fue lanzado en 2009 por Palm, cuando aún Android estaba por la versión 1.5 y no era ni una sombra de lo que es. Por aquel entonces, en la Palm ya se podían realizar gestos, tenía gestión multitarea por cartas (algo parecido a la versión 4 de Android, lanzada en 2011), además de otras funciones que lo hacían un rival bastante digno. Pero Palm quebró, HP se hizo con todo y lo dejó morir aún más. Liberó el código y nació OpenWebOS, que es lo que usan ahora para llevarlo a otros dispositivos. ¿Por qué dispositivos con Android como el Nexus? Porque son dispositivos bastante accesibles (a nivel de código). Que añadan cosas como los gestos no es «copiar», es adaptar lo que ya tenía.

Nunca está de más informarse un poco. El tema sobre el que escribes puede ser fabuloso, pero de ahí a escribir por escribir…

Más información, menos criterio

La cantidad de información que recibimos a través de internet. Da igual el tema, sea el que sea encontraremos algo. Pero se ve que esto es un arma de doble filo, porque tendemos a asimiliar mucha información como si fuera cierta, cuando no lo es, sin molestarnos en contrastarlo.

Si bien es cierto que en un par de clicks podemos buscar otras fuentes para las mismas cosas, todos solemos tener por costumbre acudir a determinadas webs que nos inspiran confianza. Y de esas nos tragamos lo que sea. Da igual, no aplicamos criterio alguno, lo damos por hecho automáticamente. Y así acabamos cometiendo errores y esos errores los toman otros y los difunden… hasta que ya no se puede parar, se crea una confusión y la gente lo da por cierto. No importa la temática, puede ocurrir.

Quizás es más común verlo en la música, puesto que es algo que todo el mundo «domina». O al menos entiende. Ahí tenemos canciones que la gente cree que son de su grupo favorito y realmente no tienen nada que ver, sólo que el cantante tiene un tono parecido. O versiones que no son temas originales de ese grupo. Y esto nos pasa por fiarnos. Por poner un ejemplo, tenemos al Ray Ventura, lider de una banda de jazz, que popularizó este género en Francia durante la década de 1930. Su composición más famosa es, «Ça vaut mieux que d’attraper la scarlatine». Según la Wikipedia hispana*, es la canción que se suele usar en los trailers de las películas para transmitir mayor emoción (como en el Señor de los Anillos). Y esto, ni más ni menos, no tiene ni pies ni cabeza. Que un señor en los años 30, que hacía jazz principalmente, le de por componer una melodía en orquesta y con coros que fuera descubierta ya entrado el nuevo milenio.

¿Entonces, por qué dan esto por correcto? Pues porque Youtube, en determinados videos, te dice si hay una canción que pertenece a un artista y te da un enlace para que la compres en iTunes. Ya sólo por eso nos creemos que es verdad. No, la canción no es de Ray Ventura, es de Clint Mansell y se hizo para la película Requiem for a Dream. Que sea conocida por anuncios de peliculas o partidos de fútbol no es el problema. Tampoco lo es que Youtube la etiquete mal. El problema es que, los que se dedican a decir que eso que suena es de Ray Ventura no se han molestado ni un instante en comprobar la canción. Ni si quiera han escuchado el fragmento que hay en iTunes, donde cláramente se ve que uno no ha encontrado la canción que quería.

Lo ideal es aplicar un filtro a lo que leemos, no tomar todo por cierto según la fuente. No siempre hay tiempo, pero no estaría de más hacerlo de vez en cuando, para evitar pasar el error de unos a otros y hacer perder el tiempo a la gente. El consejo vale tanto para los videos de Youtube, como para los blogs de divulgación, hasta para nuestros queridos todólogos, que ya suelen opinar sin conocer los temas que tratan.

 

* Está enlazado al historial de la Wikipedia. Ha sido corregido, así evitamos comentarios del estilo «Mucho criticar y luego lo dejáis como está».

Publicidad hasta la muerte

Hace una semana que murió Steve Jobs. El mundo quedó conmocionado por la pérdida de un genio. La red se llenó de alabanzas, todo el mundo le quería, homenajes. Salió en todos los medios de comunicación, desde blogs pequeños hasta portadas de periódicos, se abrían telediarios con ello. Todo por la muerte del cofundador de una de las compañías más grandes actualmente.

Una semana después nos enteramos de que Dennis Ritchie ha muerto. ¿Quién era ese? ¿Alguien conocido? Sí, el co-creador de Unix y el creador del lenguaje C. Pero eso no es bonito, eso no tiene un logo distintivo, eso no vende. Por lo tanto, sus creaciones no han tenido ninguna repercusión, no han supuesto una revolución informática como fueron los Macs o los iPhones. No tendrá a todos los blogs escribiendo media docena de entradas sobre su obra y milagro, ni habrá palabras de presidentes en su honor, o de famosos comparándole con algún inventor. La gente no se pondrá su foto ni su logo como avatar o firma. Tampoco irán a poner velas o flores delante de… ¿alguna tienda de Unix?

Que se magnifique los dispositivos de Apple y se olvide que desde hace años se basan en Unix, es lo normal. Que más da quién crease Unix, no lo puso en una caja bonita, ni supo hacerlo de aluminio. Y esto seguirá pasando en un futuro. Ya se mencionaba a Jobs como fundador de Apple, dejándo de lado a la otra mitad. Y volverá a pasar cuando Bill Gates muera y se diga que él inventó los PC’s.

Fauna de internet: Attention Whore dramático

Atteion Whore es aquella persona que buscar ser el centro de atención. No le importa que le admiren o le compadezcan, mientras le hagan caso. No es un tipo de persona que haya nacido con el boom de internet, ha estado toda la vida ahí. Para conseguir sus propósitos son capaces de inventarse historias fantásticas, de humillarse contando cosas personales, o intentar dar pena narrando la muerte de un familiar en directo.

Antaño, este grupo habitaba por canales de IRC y foros.  Lo habitual era contar lo mal que lo pasaban en casa, confesar que se era gay, o montar la escenita de «no estoy bien, me marcho del foro» (al que volverían en una semana). No tienen palmeros ni seguidores, pero siempre captan a algún inocente que, por empatía, se siente en la obligación de hacerle sentir mejor. Las tecnologías avanzan y ellos no se quedan atrás. Dejaron atrás los posts en foros, pasaron por blogs y fotologs y han llegado a las redes sociales para rellenarlas de lágrimas. La cantidad de público potencial es infinita, así que tienen mucho trabajo por delante, como grabarse en vídeo contando penas, pidiendo abrazos en Facebook o twitteando que tienen el coxis roto. Todos los detalles de su vida que no le importan a nadie, ahí están, a disposición de todos.

Si piensas trollear a uno, es mejor pensárselo. Posiblemente, en vez de dejarlo en ridículo, contribuyes a que su ansia de protagonismo se vaya llenando.